“Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos” – El Padrino II
Como ya le dijo Vito Corleone a su hijo, hay que tener vigilados a tus enemigos. Pero eso no implica que no podamos trabajar alguna vez en pro de un objetivo común, incluso llegar a divertirnos juntos. Hoy os traemos cuatro campañas comparativas en las que una empresa y su competencia jugaron al mismo juego, dando lugar a maravillosas propuestas.
¿Buen rollo o indirectas? Os dejamos decidirlo a vosotros/as.
Empezamos fuerte, con la rivalidad más conocida del mundo: Coca-Cola y Pepsi. Y es que son innumerables las campañas que han realizado a lo largo de sus más de 100 años de historia.
La primera que os traemos es una felicitación de Halloween realizada por Pepsi, en la que fingen disfrazar su lata con una capa con el nombre de su competencia, acompañada de la frase: ¡Te deseamos un Halloween aterrador!
Por su parte, Coca-Cola no tardó en responder con una genial y simple idea: cambiar el concepto de traje de Halloween por el de superhéroe, con la siguiente frase: ¡Todo el mundo quiere ser un héroe!
Brillante.
La verdad, no nos podemos quedar solo con un ejemplo entre todos los que nos han dado estas dos grandes marcas.
Así que aquí tenéis otra felicitación: esta vez de Navidad y por parte de Coca-Cola. Pero Pepsi no se quedaría atrás y rápidamente contestaría.
Un perfecto ejemplo de cómo una competencia puede ser llevada de forma sana y divertida.
Otro de los enfrentamientos más divertidos de la historia de la publicidad es el que protagonizan las dos cadenas de comida rápida mas conocidas, McDonalds y Burger King, donde ambas se “atizan” con humor y un tono desenfadado.
Buena muestra de ello es esta pieza que hizo Burger King en 2002, en la que parodiaba como la mascota de la competencia, Ronald McDonald, se vestía de incógnito para poder comer sus hamburguesas.
A veces, no se necesita mucho para mandar un potente mensaje.
Otro fascinante ejemplo de creatividad en esta batalla es la pieza realizada por McDonald’s en 2011, donde podemos ver a un niño al cual le quitan el almuerzo, un menú de McDonald’s, todos los días. Hasta que un día se le ocurre una genial idea para evitar que le roben la comida. ¿Qué ocurrirá?
