El fin de la logomanía

El fin de la logomanía

Lo que se lleva ahora es el quiet luxury

Dicen que la moda es un reflejo de la sociedad y el resurgir del minimalismo se está viendo reflejado en nuestra manera de vestir.

La logomanía tuvo su auge a principios de los 2000 con marcas como Nike, Gucci o Louis Vuitton que creaban prendas con grandes logos que se convirtieron en símbolo de estatus. Esto se mantuvo durante años creando vínculo entre la identidad y el consumo.

Sin embargo, en estos últimos años hemos visto como marcas, desde el sector de la automoción hasta selecciones nacionales de fútbol han apostado por un rebranding, evolucionando a logos más sobrios y sutiles.

Y como las marcas de moda no pueden ser menos, poco a poco se han adaptado a esta corriente, cambiando, reduciendo y hasta eliminando los logos de sus prendas.

Aquí es donde entra en acción el quiet luxury o lujo silencioso. Esta tendencia de moda propone prendas de alta calidad, diseños muy sobrios y precios no aptos para todos los bolsillos.

Marcas como Loro Piana o Bottega Veneta se han visto beneficiadas por esta tendencia, ya que llevan muchos años apostando por productos atemporales y evitando los logos evidentes. 

Esta tendencia también refleja un cambio en la sociedad, pasando del lujo ostentoso de hace unos años, en el que se buscaba destacar y hacer lucir un estatus, a la idea actual en la que la riqueza no desea ser anunciada, sino que se aprecia en la calidad, el detalle y la exclusividad.

Ejemplos claros de esta tendencia son la actriz y empresaria fundadora de Goop, Gwyneth Paltrow y el presidente y CEO de LVMH, Bernard Arnault.

Pero conociendo lo cíclica que es la moda la pregunta es: ¿cuánto tardará en volver la logomanía?

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